sábado, 28 de enero de 2017

He tocado fondo

He tocado fondo. Y aunque parezca lo contrario, eso es bueno.

Porque cuando se toca fondo significa que tu nariz ha llegado a cubrirse de agua en el pozo de la desolación… y el instinto de respirar te lleva a impulsarte con fuerza hacia arriba, ayudado por el hecho de que tus pies están tocando el fondo.

El pasado fin de semana tuve una visita, inesperada y muy insistente (de otro modo quizás no le habría abierto la puerta). Una de mis primas, preocupada por mi silencio virtual y telefónico de tantos días, se presentó en mi casa. Sinceramente, cuando oí sonar el telefonillo del portal, lo ignoré. Pero ella logró entrar y llegar hasta la puerta de mi casa. Tocando el timbre y aporreándola como si hubiera un incendio. Impidiéndome esconderme y fingir que no estaba en casa, en parte gracias a los ladridos de mi perrita, cómplice sin querer.
No tuve más remedio que abrir. 

Y mi prima entró. Entró en mi casa, en mi vida, en mi espacio. Como un huracán, como un tornado, como un soplo de aire fresco. Revolucionando mi cabeza y mi mundo con su energía y su preocupación. Me hizo sentir culpable, viéndola tan preocupada. Me hizo sentir cobarde, por esconderme en mi “cueva” sin ganas ni fuerzas de ver o escuchar a nadie.
Porque en mi pozo de depresión, llevaba demasiados días sin responder al teléfono, sin entrar en Facebook excepto para jugar o buscar algo para leer, sin entrar a grupos de wassap ni responder mails… aislada por voluntad propia, por desgana, por dejadez.

Aprovechando la excusa (una excusa muy válida) de la ola de frio siberiano que nos está asolando en estas fechas y que no me puedo permitir el lujo de que el gripazo (mas bien bronquitis) que tengo se agrave todavía más cogiendo frio he salido de casa solo para acudir a mis sesiones de hierro, mis consultas medicas, los breves paseos para que mi perrita haga sus “cosas” y muy poco mas.

Porque sigo sin asimilar el hierro que me están metiendo directo a la sangre y eso me hace seguir demasiado agotada como para hacer nada, ni físicamente ni mentalmente. Sigo escuchando ese insufrible zumbido dentro de mi cabeza, que no me deja pensar, que no me deja concentrarme. Sigo atrapada por un catarro que ya se ha convertido en otra bronquitis, medicándome para intentar evitar que llegue a neumonía, como me ha pasado otros años.

Lo único que he estado haciendo estas últimas semanas es jugar a jueguecitos que no me hacen pensar, solo click, click, click, click… un cordero alimentado, una burbujita explotada, una palabra en el tablero… solo a ratos, hasta que el zumbido sube de intensidad y se hacen insoportables incluso esos juegos tan automáticos.
Lo único que he estado haciendo es leer, pero viéndome forzada a volver atrás en el libro cuando la acción resulta incompresible porque me he perdido algún detalle en los párrafos o capítulos anteriores. Jamás me había pasado algo así. Jamás había tenido que releer el mismo libro para recordar detalles del contenido. Y saber eso me creaba una enorme frustración, dejaba el libro (tablet), apagaba la luz y trataba de dormir… cosa no siempre fácil cuando cierras los ojos y sigues escuchando un zumbido intermitente y creciente dentro de tu cabeza.

Mi prima me ha hecho darme cuenta de que así no puedo continuar, que tengo que retomar mi vida, mis aficiones, mis obligaciones… mis batallas. Me ha hecho darme cuenta de que esta negatividad que ahora me invade solo está consiguiendo que mi recuperación sea incluso más lenta y dificultosa. Porque si algo es necesario para mejorar la salud es tener una actitud positiva, como la que yo siempre he tenido, incluso cuando he estado a las puertas de la muerte… literalmente.
Mi prima me ha “sacudido” como si fuera ese mantel lleno de migas que nadie recuerda recoger… y las migas han caído al suelo… pacíficamente. Ella las ha barrido por mí, las ha alejado de mí y ha tirado el mantel de mi auto-compasión al cesto de la ropa sucia, para eliminar la mierda negativa que todavía tiene pegada.

Porque todavía sigo enferma. Todavía sigo acusando esta intensa debilidad que no me permite hacer ni siquiera las labores de mi casa sin agotarme, sin tener que refugiarme en mi cuarto jadeando como si hubiera corrido los cien metros lisos y conectando la maquina del oxigeno para que mis pulmones renueven el aire que no les llega.
He tenido mis seis sesiones intensivas de hierro, ya han terminado. Me falta hacerme un análisis de sangre en un par de semanas para ver si ha subido el nivel. Pero estoy segura de que no lo ha hecho. Lo noto. Lo sé. Y saberlo me hunde, me debilita tanto como la propia anemia brutal que todavía tengo.
Sé que la única solución es tener paciencia y seguir con las rondas de hierro en vena.  Sé que en cuanto se vea el resultado de esos análisis que me harán el día 7 de Febrero y verifiquen que me sigue faltando hierro, la especialista en hematología me volverá a pautar nuevas sesiones de hierro… una y otra vez… así hasta lograr que mi sangre se refuerce.

Pero aun sabiéndolo, sigo desanimada.
No había estado tan desanimada, ni tan debilucha, desde hace años, desde antes de operarme a corazón abierto. Y eso me da que pensar. Me asusta. Porque... si mi sangre se niega a asimilar el hierro… ¿qué toca ahora?

La preocupación es una perra, una enorme hijadeputa que te corroe por dentro y te anula. Si a eso le sumamos mi carácter independiente, es mala combinación.
Porque detesto tener que pedir ayuda, detesto que nadie tenga que hacer mis labores aunque sea porque yo no puedo hacerlas por pura salud. Detesto el desorden y no tengo fuerzas para ordenar. Detesto la inactividad y no tengo fuerzas para hacer nada. Detesto contar penurias y sin embargo solo tengo penurias para contar.

Mi prima me ha quitado una copia de las llaves de casa para poder entrar incluso cuando yo tan solo deseo aislarme. Ayer ha regresado (acompañada de otra prima) y entre ambas le han dado un repaso de limpieza y orden a mi casa, mientras yo lloraba de impotencia y emoción, sin fuerzas, en la cama, con el oxigeno puesto.
Y mañana sábado, espero su visita de nuevo, dispuesta a ayudarme a organizar mi casa y a empujarme a traducir, incluso si para ello tiene que colaborar conmigo para que pueda terminar de traducir lo que tengo a medias y comprometido hace semanas. Mi prima habla inglés a la perfección, de hecho su marido es irlandés, pero no suele traducir y aunque no le gusta el género romántico, se ha empeñado en darme ese empujón para que reinicie mi “profesión” elegida y deseada.

Su ayuda desinteresada y no solicitada me ha hecho reaccionar. Me ha hecho darme cuenta de que no estoy sola en mi batalla con la salud. Me ha hecho darme cuenta de que tengo que remover la costra de auto-compasión y la pereza para empezar a flotar de nuevo en este pozo, mientras recupero las fuerzas para salir de él. No puedo dejar que el agua vuelva a absorberme y llegarme hasta la nariz.

He tocado fondo, si, pero solo para impulsarme hacia arriba y sacar la cabeza del agua.
Es un principio.

Ayer, mientras mi prima hacía la cena para mi familia, me senté a escribir este texto… y lo escribí de una sola vez. Por supuesto, luego tuve que corregirlo, porque yo no soy mecanógrafa (tecleo sin mirar la pantalla y luego sale cada cosa que… jajajaja).

En este punto, tuve que parar… el zumbido de mi cabeza era atronador. Se unió una punzada en mi sien izquierda, como un tornillo lavándose en mi cerebro desde el ojo. Apenas podía pensar… pero me sentí orgullosa de haber podido teclear todo este texto, de haber podido sacar todo esto de dentro de mí en un solo golpe de teclado.

Y me da ánimos para intentar tomar otras cosas que también requieren concentración y que tanto me gustan, como traducir o corregir y editar los textos que luego os ofrezco… aunque luego tenga que batallar con la estupenda jaqueca que me produce la actividad cerebral.
Hice una pausa… y hoy sigo.

He dejado el grupo sin dejarlo. He dejado mis labores sin saber cuando las podría retomar.
Mis compañeras siguen entregando sus trabajos, siguen realizando sus labores. Pero al final, todo pasa por mis manos, por mi cabeza, y yo no he estado bien para realizar mi labor. Sigo sin estar bien.
Por eso el grupo lleva semanas sin ofrecer ninguna traducción. Por mi culpa, solo mi culpa (o la culpa de mi mala salud, para ser concretos).

El no poder dar una buena respuesta, el tener que confesar que no estoy haciendo absolutamente nada… me han hecho ignorar mis mensajes, ignorar mis cuentas de Facebook. Para no contar penas, mejor estar desconectada. Para no dar malas noticias, mejor el silencio. 
Ese ha sido mi motivo principal.

Hoy, después de cenar y atender mis obligaciones familiares, he decidido entrar a dar la cara. Entrar para colgar este nuevo lloriqueo en mi “Diario”, para responder mis mensajes privados (que me consta que serán muchos), para contactar con mis compañeras y disculparme por mi inactividad tanto como para que dejen de preocuparse y para asegurar que vuelvo a la carga (aunque sea a paso lento).

Siempre he sido multitarea. Siempre he 'trabajado' en varias cosas a la vez. Al mismo tiempo que traduzco uno o dos relatos, también edito y corrijo varios de los que entregan mis compañeras, incluso voy preparando portadas y plantillas para la presentación final, todo eso al mismo tiempo. Y como para eso necesito imágenes de hombres guapos, también combino esas labores con mi búsqueda y acumulación de imágenes de todo tipo y temática, para las portadas, para decorar el muro del grupo, para mis propios perfiles y portadas de Facebook...

Ahora me doy cuenta de que no puedo hacer eso, de que tengo que priorizar y seleccionar lo que hago… al menos hasta que tenga fuerzas para poder volver a ser yo misma.
Voy a retomar mi traducción, aunque aún no sé muy bien con cual libro lo haré. Pero solo voy a dedicarme a UNA traducción. 
De pasada, por una notificación que vi sin pretenderlo, ya he sabido que mi autora favorita saca un nuevo libro en la serie VLG (que también me encanta) y pretendo traducirlo, aunque sea algo más lenta de lo que suelo ser.

En cuanto al resto de las cosas que siempre hacía, me voy a limitar a una por vez. Si eso ralentiza la entrega, que así sea. Mientras esté con un relato, no voy a hacer más que ese relato.
Es decir, solo dos labores diferentes, mi traducción elegida y corregir o editar el relato de mis compañeras que esté más avanzado en este momento.
Si no me da tiempo para sacar los tres formatos habituales, me limitaré a preparar el más popular, el PDF. Más adelante podría plantearme sacar el resto de los formatos (epub y mobi) y subirlos directamente al almacén.

Tengo demasiadas imágenes ya, por tanto evitaré esa parte de mis “ocupaciones”. De las muchas imágenes que tengo, alguna servirá como portada. Aunque no sea tan perfecta. Y si no me queda tiempo o fuerzas para 'decorar' mi grupo o mi perfil... dejaré esa labor, que es tan secundaria (por mucho que me divierta y relaje).

Con estos buenos propósitos, termino esta extensa página de mi “Diario”.

Valoro mucho cada mensaje de apoyo que recibo, incluso los que no he leído por mi desconexión auto-impuesta y que leeré poco a poco, aunque no tenga tiempo para responder a cada una de vosotras.
Tengo mucho que hacer, mucho que recuperar… tengo muchas ganas de volver a ser yo misma y cumplir mis propios objetivos… pero todavía tengo muy pocas fuerzas.
Necesito tiempo para recuperarme del todo. Sé que lo entendéis. 

He tocado fondo, pero solo para impulsarme hacia arriba. Saldré a flote. Pronto.
BESOTES


10 comentarios:

  1. Holaa sin animos de ofender aunque supongo k lo habras probado todo pero un cambio de ambiente , de sitio y algo parecido no te iria bien no se una se siente tam impotente sin poder ayudar cuidate guapisima un fuerte abrazo y un beso

    ResponderEliminar
  2. Querida Puma lei tu post con el corazón en la mano, eres una persona admirable, no te das por vencida ante nada y como toda una guerrera te has puesto de pie me quito el sombrero ante tu enorme valor, estas presente en mis oraciones con mucho cariño, todas tus seguidoras te apoyamos lo único importante es que te mejores y te sientas bien en todos los sentidos .

    ResponderEliminar
  3. Siempre digo y escribo lo mismo. Lo importante es que tu estés bien y que recuperes la salud. Y cuando hablo de salud, me refiero a la física, mental y espiritual. Cuando ya no se ve una salida como tu dices, siempre hay un cable a tierra. Tu prima y las chicas del grupo trataremos de serlo. No está muerto quien pelea dice el dicho. Aunque ya no puedas hacer tantas cosas a la vez, limitarte a una o dos también te traerá satisfacciones. Verás que empiezas a retomar y como el ave Fénix a resurgir de las cenizas. Mente positiva y ganas de superarse es lo que siempre tienes que tener. Fuera la depresión, la desgana y los malos consejos que cuando estamos bajoneadas nos rondan. Espero que la luz brille y te ilumine. Escucha música, siempre rejuvenece el alma y el cuerpo. Tírate algún pasito por tu casa... cambia algo de lugar para darle una nueva vista y no acostumbrarte al ambiente. Renovarse es vivir. Así que con el hierro renovado encontrarás las fuerzas. No te digas que las sesiones no han dado su fruto. Espera al análisis y piensa positivamente. Eso es lo importante. Besotes.

    ResponderEliminar
  4. Desde aquí en Puebla México te deseo que pronto llegue la salud a tu cuerpo y por favor arriba ese ánimo no estás sola recuerda esto"Jamás desesperes aún estando en las más sobrias aflicciones,pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante"Todo mi cariño para ti gran Puma.

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. hola buenos dias
    feliz valentin para ti mi querida
    deseo que te recuperes pronto que dios te de las fuerzas para seguir adelante
    siempre es bueno comensar tratar aver asta donde yegamos
    e pasado por muchas te entiendo muy vien
    tengo 23 años con diabetes eso es muy duro ahora mismo estoy en tres insulina diferente y 3 pastillas para la diabetes ve si te entiendo hay dias muy malos y dia regulares pero trabajo y tejo crochet el dia bueno lo disfruto los malos y regulares los soporto que remedio se siente feo dejarse ayudar pero hay que aserlo para adelante mi querida que dios esta contigo o la deidad en la que tu creas un fuerte abrazo desde usa
    pst .. tengo precion alta y tiroides ya tu saves ..un esposo y dos hijos grandes ya ellos son mi soporte .besos

    ResponderEliminar
  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  9. Puma, desde Uruguay deseo que te mejores pronto. Deseo que mejores pronto y sin pausa, que tu anemia finalmente remita y puedas ser la persona que te gusta ser.
    He vivido también en Argentina, y sin importar que se trate de establecimientos públicos o privados, parece ser que la atención, al menos que uno tenga montones y montones (y me refiero a grandes montones) de dinero, siempre deja mucho que desear, con algunas excepciones muy excepcionales.
    Quisiera poder ayudar. Con las traducciones que ustedes hacen nos regalan mucha fantasía, mucho entretenimiento sin pedir absolutamente nada a cambio. Por esto, me gustaría poder colaborar de alguna forma, ayudar en esta tarea que realizan.
    Puedo hacer algunas traducciones (no soy una experta pero aportaría mi granito de arroz), o convertir archivos a distintos formatos (adoro epub, sobre todo a la hora de leer en una tablet, ya que puedo ajustarlo bien a una pantalla sin que haya accidentes). Tal vez con algunas revisiones... Me declaro nula en cuanto a diseño gráfico... pero soy buena con la ortografía y detalles ;o)...
    Reitero mis deseos de mejoría y mi agradecimiento por toda la labor que realiza todo el grupo.
    Abrazo grande de osa y fuerza! Recuerda que con una buena actitud, hasta las enfermedades se acobardan!!

    ResponderEliminar

No se permite lenguaje ofensivo.
No se permitirán enlaces o direcciones de correo electronico.