lunes, 16 de mayo de 2016

Mi regalo de cumpleaños especial

El sábado 14 de mayo, se cumplían 3 años desde que me tuvieron que realizar una peligrosa intervención quirúrgica. 
Antes de eso, mi esperanza de vida era de dos años, como máximo, debido a una dolencia cardio-pulmonar incurable y muy grave provocada por la existencia de trombos en mis dos arterias pulmonares y en mi propio corazón. 
Mi única opción era esta operación de nombre casi impronunciable (tromboendarterectomía), una operación tan especializada que solo la realiza un cirujano en toda España, por suerte está aquí en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid
En esa operación, tuvieron que provocarme paradas cardio-respiratorias de 15 minutos, mientras los cirujanos realizaban su tarea extrayendo esos trombos, y revivirme durante otros 10 minutos... repitiendo este proceso durante más de 9 horas. 
Como soy una persona curiosa y sociable, logré enterarme de que la última intervención como esta que se había realizado tuvo un final muy triste, quedando el paciente en estado de coma profundo irreversible. 
Por ello, antes de entrar al quirófano les pedí a todos mis médicos que si algo iba mal en esa operación me dejaran morir, que no me permitieran quedarme anclada a una cama muerta para el mundo y viva en mi interior. 

Mi extraordinaria capacidad de recuperación dejó maravillados a mis cirujanos que, aun confiando en sus capacidades, no esperaban una respuesta tan buena. Ese día triunfé, mis cirujanos triunfaron... y ahora mi esperanza de vida se ha incrementado considerablemente... teniendo en cuenta que soy una luchadora, será incluso mucho más de lo que los médicos esperan. 
Como le dije a mi cirujano, él ha sido el único hombre que ha tenido mi corazón en sus manos, literalmente, y me lo ha devuelto en mejor estado. 


El día 14 de Mayo lo celebro como mi cumpleaños especial, porque ese día realmente morí y volví a nacer, repetidas veces. Y como regalo de mi cumpleaños especial, acudí a un concierto donde pude disfrutar de la actuación de Leo Jiménez y los Mojinos Escozíos, organizado por una concentración Motera (otra de mis grandes pasiones). 

Armada con mi maquina de oxigeno portátil cargada a tope y mi ilusión desbordándome el pecho, llegué a Arroyomolinos para presenciar este concierto. 
Se juntaron en un mismo día muchas cosas que amo: las motos, el rock y el buen humor. Las motos por ser una concentración motera, el rock por ambas actuaciones (en especial la del grupo de Leo Jiménez), el buen humor por el concierto de Mojinos Escozíos

Sin embargo, lo mejor vino después de las actuaciones. 
Por la relación de mi hermano con Leo, tras haber sido su conductor en la gira de firma de discos, pude acceder a la zona VIP, a los camerinos. 


Estuve visitando a Leo Jiménez y su grupo (mientras se cambiaban). Charlando y bromeando con todos ellos, tomándome fotos con el grupo y con el propio Leo y...  besos, muchos besos. 



También pude pasar un rato con los componentes de Mojinos, divertidos como ellos solos, Miguel Ángel "Sevilla", el Puto y el Chicho para mi álbum de fotos. Los demás para mis recuerdos. Y mi colección de besos... muchos mas besos.


No importa el demoledor cansancio, el dolor de pies y de espalda por tantas horas de pie y bailando, las punzadas en las costillas de tanto reír, la garganta en carne viva de tanto cantar y gritar, las manos doloridas de aplaudir... no me importa ninguna de esas cosas, porque la felicidad que he vivido durante toda esa noche va durar muchísimo tiempo animando mi corazón. 
Ese mismo corazón que volvió a latir hace tres años. 



miércoles, 11 de mayo de 2016

Accidentes de la vida

El viernes tenia cena de amigas. Me quedé a dormir con una de esas amigas tras pasarlo realmente genial. Una de esas cenas que te dejan agujetas durante varios días por el esfuerzo de tanto reír, que te dejan afónica de tanto hablar, carcajearse y cantar a viva voz.

El sábado me llamó mi hermano para arruinarme el fin de semana... y el año entero. Había tenido un accidente de coche. Un accidente tonto, de madrugada, una perdida de control, trompos en la calzada y choque final contra las barreras quita-miedos. El coche, mi coche, en el que me acabo de gastar un dineral reparando una avería, revisándolo a fondo y poniéndole ruedas nuevas... ha quedado para el desguace. Tiene la parte trasera arruinada, doblado el eje, el chasis arqueado. El mecánico aun no me ha dado un precio de la reparación, pero su cara al verlo ha sido una clara demostración de la enormidad del daño. Y es un coche ya viejo, con muchos kilómetros. No va a merecer la pena arreglarlo, aunque tuviera el dinero para pagar algo así.
Para colmo, el accidente ha sido por despiste del conductor, mi hermano, y al no haber ningún otro implicado culpable del suceso, me toca a mi asumir el pago de la reparación... porque, evidentemente, no tenía seguro a todo riesgo. Ese es un lujo para gente con mi posición económica.La misma posición económica que me va a impedir arreglar este golpetazo gigante que mi querido hermano le ha dado a mi pobre coche.
Lo único bueno es que mi hermano está ileso, sin un solo moratón. Aunque ganas me dan de provocarle yo esos moratones a bofetadas... de pura rabia.

La mala hostia, el disgusto y los nervios, me han levantado la madre de todas las jaquecas. El dolor mas intenso que puedo recordar, en toda mi larga historial de jaquecas y otros dolores. Mi cabeza estallaba, palpitaba, ardía desde dentro... No soportaba la luz, no toleraba ningún sonido... No podía dormir, dando vueltas a todo, el propio roce de la almohada me provocaba dolor, el propio peso de mi cabeza era excesivo para soportar...Tampoco podía respirar bien. Estuve con el oxigeno puesto las 24 horas y aun así, me costaba respirar sin ahogarme. También necesité doblar la dosis de los mismos calmantes fuertes que ya estoy tomando para otras dolencias, sin que el adormecimiento de esa dosis doble me permitiera descansar ni evitara del todo el dolor palpitante. Solo las bolsas de hielo parecían calmarme un poco, pero a costa de resfriarme.. y con cada estornudo, con cada acceso de tos llegaba un nueva agonía de dolor en toda la cabeza.

Hoy tenía que salir al medico, para una prueba ginecológica que requería tomar un tranquilizante (un Valium) previamente... y en la sala de espera de la consulta me han tenido que asistir porque me desmayé, sin aire, sin fuerzas, sin sentido. Ha sido rápidos en atenderme... les ha faltado darme terapia de shock cardíaco con la maquinita de las palas.
La prueba no se pudo hacer, obviamente. Y lo que me han puesto en vena... no se que sería pero ha sido bueno. Me han reactivado, tras horas en observación, y ahora incluso la jaqueca ha remitido.

Estoy respondiendo mails y mensajes. Estaré un rato mas... luego a descansar.

Hay días que todo se vuelve en tu contra, y yo tengo esos días con demasiada frecuencia.