Solo unas palabras para aseguraros que sigo bien de salud.
Aunque la situación es muy angustiosa en estas fechas, debido a la epidemia
mundial del CoVid, intento mantener la calma.
Debido a mi enfermedad cardiorespiratoria, se puede decir que
estoy en el grupo de riesgo. Es por eso que desde el día 9 de Marzo solo he
salido de casa dos veces, una para comprar y otra para ir a mi revisión de coagulación
(Sintrom). En ambas salidas, me enfundo guantes, me pongo mascarilla y procuro
no acercarme a nadie a menos de metro y medio.
Mi hermano sigue trabajando, es conserje nocturno en un
edificio con muchos portales y tiene que encargarse de la seguridad y de sacar
cada noche los cubos de la basura, entre otras cosas. Así que es imposible que
haga eso desde casa, nada de teletrabajo para él.
Cada mañana, cuando llega a casa, se quita la ropa en el
rellano, se lava manos y cara con jabón, es decir, tomando medidas por si algún
virus entra en casa… especialmente para no contagiarme.
A mis perros solo les saco de madrugada, que hay cero riesgo
de cruzarme con alguien… y siempre con guantes y mascarilla y lavándome con jabón
al regresar. Uso toallitas de bebé para mis perros, en sus patas, lomo, colas…
por si traen algún “huésped” indeseado.
En fin, vivo a diario sin dejar que el miedo me paralice,
tomando muchas medidas de prevención anticontagio y tomándome la temperatura
cada día por si me da fiebre, que es el síntoma más frecuente al inicio de la
enfermedad.
Mi mayor preocupación es por mi madre, que está internada en
una Residencia de Ancianos.
Los directivos de esa residencia no están llevando
bien esta crisis. La directora acaba de ocupar el puesto y nunca había realizado
esa labor, se nota su inexperiencia y su prepotencia, demasiado orgullo y
brusquedad para tratar con familiares tensos y preocupados.
El día 9 fui a visitar a mi madre, aunque había oído que el día
8 se decretó una norma en la Comunidad de Madrid pidiendo cerrar las
residencias. Esperaba que me permitieran visitar a mi madre usando mascarilla y
guantes, al menos esa primera vez, para poder explicarle que tardaríamos en
volver a verla porque hay una epidemia. Solo quería tranquilizarla. Pero la
directora se puso borde y nos impidió la entrada. Eso sí, mi hermano es un tío
grandote y con mala hostia… él no se dejó amilanar y entró como un tornado
hasta la habitación de mi madre… para encontrársela llorando desesperada porque
“nos habíamos olvidado de ella”. Detrás de él llegué yo, con la Directora a mi
lado amenazando con llamar a la policía para que nos desalojaran. Y apenas pude
hablar un par de minutos con mi madre, asegurándole que volveríamos cuando pudiéramos,
que NO nos olvidaríamos de ella NUNCA y que todo saldría bien.
En ese primeros días de la crisis, todavía no se había decretado
el aislamiento para toda la población española, solo se pedía que tuviéramos cuidado. De
hecho, ese día 9, después del alboroto que se lió en la residencia por nuestra
visita, nos aseguraron que podríamos pedir que le pusieran a mi madre su ropa y
la sentarían en la silla de ruedas para sacarla a la puerta y que nosotros pudiéramos
llevarla a dar un paseo, como hemos hecho tantísimas veces… pero cuando volvimos
al día siguiente, ya había cambiado la norma y NO nos permitieron sacarla. Y
desde esa fecha, no he vuelto a ver a mi madre.
La Residencia pertenece al grupo Vitalia y parece ser que
tienen órdenes de sus jefazos de NO dar información a los familiares. No solo
eso, sino que tampoco disponen de suficientes medidas anticontagio para las
trabajadoras del centro. Por eso me daba tanta rabia que no me dejaran verla,
porque… ¿yo puedo contagiar a mi madre y ellas no? Si yo uso guantes y
mascarilla, en teoría no debería haber riesgo y debería poder ver a mi madre.
Yo misma he pasado mucho tiempo aislada en una UVI, cuando descubrieron mi obstrucción
pulmonar y estuve a las puertas de la muerte (palabras textuales de mi cardiólogo).
Y sin embargo, cada día permitían a mi familia entrar a verme, debidamente
protegidos, durante 15 minutos… minutos que se hacían cortísimos y que esperaba
cada día con ansiedad.
Mi madre, con su deterioro cognitivo, no entiende la situación.
Solo sabe que ya no vamos a verla. Y si se lo explican, al cabo de un rato se
le habrá olvidado y de nuevo pensará que está allí abandonada. Como además el
personal es escaso y están saturados de trabajo, no creo que tengan tiempo de
tranquilizar cada rato a los residentes que, igual que mi madre, teniendo
Alzheimer y otras demencias no entienden lo que está sucediendo. Dudo incluso
que tengan tiempo de realizar los cambios posturales que requiere la escara que
tiene en su zona lumbar, por lo cual imagino que en todo este tiempo esa escara
estará empeorando considerablemente.
El contacto con la residencia es casi imposible. No cogen el teléfono,
y cuando lo cogen, no te informan de nada. No te pasan con su zona porque las
auxiliares no están autorizadas para informar del estado de los ancianos; no te
pasan con la Directora porque siempre está reunida, no te pasan con la
Trabajadora Social porque está comunicando, ocupada o similar; no te pasan con
el médico (que es el único que está autorizado a darte detalles de la salud de
tu familiar) porque siempre está atendiendo a algún paciente, o no está en su
despacho, o cualquier otra excusa estándar que tengan a bien soltar.
La recepcionista es toda una experta en dar esas respuestas automáticas,
sin decir absolutamente nada. Y eso genera muchísima más inquietud.
Como mucho, te dicen que todo va bien y que NO hay casos de
CoVid… pero desde hace varios días sabemos que eso es MENTIRA.
Resulta que un número cada vez más amplio de familiares
estamos en contacto mediante un grupo de WhatsApp que lleva la Agrupación de Familiares
y que está conectado con la Unión de Residencias (organizadores de las Mareas de
protesta que últimamente hemos tenido por todo el país pidiendo la mejora de este tipo de Centros).
En esos grupos, te enteras de los casos de contagio porque
los familiares a los que se lo han comunicado se lo cuentan a los demás… y generalmente
se les ha comunicado ese contagio porque su familiar HA FALLECIDO o está muy
grave.
En la residencia de mi madre, desde el día 9 de Marzo que cerraron
las puertas a la familia, se han dado 20 fallecimientos, de los cuales solo habíamos
podido confirmar 1 por CoVid porque su familia nos lo comunicó a través de ese
grupo de WhatsApp.
Sin embargo, la portavoz de la Agrupación de Familiares ha
podido hablar con la directora y siempre le ha negado que hubiera ni un solo
caso. Es decir: mintiendo descaradamente.
Pero como somos batalladoras, hemos seguido protestando,
aunque sea desde casa. Hemos acudido a la policía, las autoridades del Ayuntamiento
y de la Comunidad de Madrid, la Dirección General del Mayor y Dependencia… también
hemos hablado con varios periodistas de prensa, televisión y webs de noticias. Después
de muchos días de pedir que intervengan, de muchas llamadas, mucho estrés y
mucha, mucha inquietud e incertidumbre… ayer acudieron a nuestra residencia los
servicios de emergencia, policía y militar.
Ahora por fin se está desinfectando el edificio, por fin se
les van a dar los equipos EPI para proteger a los trabajadores del centro, por
fin se ha procedido a aislar a todos los ancianos en sus habitaciones y según el
nivel de contagio para no mezclar los que tengan el virus con los que están asintomáticos.
Por fin han llevado respiradores para los ancianos que estén peor.
Hoy, 24 de Marzo, saldrá una de las familiares y una
trabajadora en el programa “Espejo Publico” de Antena 3, hablando de la situación.
Y hoy tenemos confirmados 6 casos de fallecimientos por
coronavirus, a falta de que se realice la prueba al resto de los cadáveres
anteriores y los que puedan surgir en el futuro, que esperemos que sean cada vez menos.
Con todo esto en la cabeza, y mucho mas que no voy a detallar
aquí porque sería demasiado largo, comprenderéis que llevo desde el día 9 de
Marzo sin dormir, sin descansar, sin dejar de darle vueltas a la cabeza… he
llegado a plantearme saltarme la cuarentena para plantarme en la puerta de la
residencia (a ser posible con alguien de la prensa dando testimonio) para
exigir que me dejen ver a mi madre o me den la información que legalmente están
obligados a darme.
Hoy me siento un poco más tranquila, porque la primera medida
de la residencia ha sido cambiar la Directora por otra persona… y la portavoz de
nuestra Agrupación, que ya ha podido hablar con ella, nos ha contado que esta
persona si parece competente, que SI está dispuesta a colaborar con nosotros,
que por fin nos va a dar información de nuestros familiares, que SI está pidiendo
ayuda a las autoridades y están recibiéndola… Hoy veo que nuestros esfuerzos de
los últimos días han dado su fruto y puedo respirar un poco más tranquila.
Porque ahora que las autoridades ya están pendientes de la
residencia de mi madre, ya no van a poder ocultar sus cifras, ya no van a poder
seguir fingiendo que todo va bien. Aunque no me informasen a mi directamente,
ahora sé que están informando a las autoridades… y eso significa que ahora mi
madre está un poco más a salvo.
Sé que mi madre saldrá de esto, porque es una mujer fuerte,
siempre ha tenido una salud de hiero excepto en lo tocante a dolencias de tipo óseo
(artritis y de tipo reumatológicas) y en el deterioro cognitivo de su
Alzheimer.
En realidad, esto no deja de ser una gripe… aunque es una
gripe muy contagiosa y muy virulenta que está masacrando a los más débiles:
ancianos y enfermos.
Pero os aviso, el coronavirus también se está a aquellos que
se confían y descartan tomar medidas de prevención. Por eso, os pido que por
vuestro bien y por el bien de vuestra familia, seres queridos, vecinos,
compañeros y población de vuestros países… TENED MUCHO CUIDADO Y ACATAD LAS
NORMAS QUE OS IMPONGAN PARA EVITAR EL CONTAGIO.
Para terminar, solo una cosa: estoy bien, superaré esta
pandemia y aunque enferme… el CoVid NO VA A PODER CONMIGO!!!!!!!!!
BESOTES