sábado, 23 de septiembre de 2017

Prestar libros

He comprado libros durante toda mi vida. Actualmente, no tengo ninguno de ellos en mi poder, principalmente por falta de espacio. He regalado todos mis libros a mis amistades y familiares o los he donado a bibliotecas y ONG's.  Y lo he hecho porque tras haberlos comprado (o recibido como regalo en algún caso) eran míos para hacer con ellos lo que me apeteciera... y mi espíritu solidario me hizo desear que otras personas también pudieran leerlos aunque no tuvieran dinero para pagar por ellos.

Os puedo garantizar que me refiero a varios miles de libros en papel donados o regalados. También debo contar que antes de eso he prestado libros a muchas amigas y familiares para que pudieran leerlos sin pagar por ellos, porque para eso yo ya los había pagado antes.

Según algunas autoras, eso me convierte en una "pirata". Según la ley, eso NO es un delito de piratería. Según mis amigas, es un gesto que me honra. 

Según mi opinión... la cultura NO debería tener un precio tan elevado, porque no todo el mundo puede permitirse pagar por acceder a ella; la cultura no debería limitarse a un determinado idioma, porque no todo el mundo tiene la capacidad de poder hablar o leer otros idiomas, no todo el mundo tiene estudios o dinero para pagárselos. 
Y en mi opinión, los escritores deberían elegir esa profesión por vocación, no por pretender enriquecerse con las posibles ventas. 

Ahora solo compro libros en soporte ofimático, en español y también en inglés; pero para leer estos libros (en inglés) siempre los traduzco primero. Entonces, puesto que los he pagado, considero que puedo prestárselos a quien yo quiera. El hecho de que los preste en mi propio idioma, después de molestarme en traducirlos... NO puede considerarse piratería bajo ninguna ley.

En el mismo instante en que las autoras pongan a la venta en español las series que actualmente traduzco (tanto las mías como las de mi grupo) dejaré de tener la necesidad de traducirlos yo misma y no tendré que prestarle a nadie esas traducciones. Y me encantará poder comprar los libros en mi propio idioma, ahorrándome el tiempo y el esfuerzo de traducirlos. Por supuesto, siempre seguiré prestando a mis amigas los libros que compre, porque si los compro son míos para decidir lo que hago con ellos..

Sin embargo, para evitar polémicas como la que nos ha ocupado hace unas pocas semanas, seguiré traduciendo esos libros... pero los prestaré o regalaré de modo mucho mas privado. 

De momento, estoy creando un espacio para mis amigas en Facebook donde podré ofrecer estos relatos traducidos que no pretenden sustituir al libro original, sino permitir a las lectoras hispanas disfrutar de las maravillosas historias que se escribieron en un idioma que ellas no hablan ni leen.

Por eso... búscame en Facebook. Si llegamos a tener una relación de amistad, podré confiar en ti lo bastante como para prestarte los libros que compro y traduzco.

Besotes